El objetivo de la investigación planteada es reconstruir los cambios habidos en la pronunciación de la lengua castellana desde la época medieval a la contemporánea mediante la creación de un marco metodológico y técnico adecuado a la situación actual del estudio filológico.
La Filología hispánica produjo en el pasado una obra fundamental, De la pronunciación medieval a la moderna en español (tomo I Madrid, 1955; tomo II, Madrid, 1969) debida a la iniciativa de Amado Alonso, que durante los últimos sesenta años ha servido de guía para la reconstrucción de los elementos componentes del discurso oral de la lengua castellana de diferentes etapas, gracias al contraste riguroso de textos que ofrecían noticias sobre la pronunciación de la lengua castellana en siglos anteriores. Como es sabido, el estudio de esta gran figura de la escuela de lingüística española, que se había gestado en los años 30 en su etapa al frente del Instituto de Filología de Bueno Aires y quedó luego enriquecido en los años 40 durante su traslado y asiento en Harvard, se publicó con carácter póstumo: antes de morir encargó a Rafael Lapesa, colega con quien había trabajado en el Centro de estudios Históricos y con quien compartía la misma formación y concepción filológicas, que ordenara y diera forma definitiva para su publicación a los materiales por él reunidos. Rafael Lapesa preparó y dispuso para la imprenta los dos primeros volúmenes, después de poner en este empeño una gran dosis de trabajo personal (a él se deben algunas adiciones y matizaciones importantes, que van siempre escrupulosamente señaladas en la publicación), sin conseguir llevar a su término la preparación del tercer tomo, pues los materiales reunidos por Amado Alonso a este fin estuvieron perdidos durante mucho tiempo y, cuando finalmente aparecieron, requerían mayor atención de la que el profesor Lapesa pudo dedicarles ya al final de su vida.
Otro filólogo perteneciente a la misma escuela, Dámaso Alonso, expuso con objetividad razones de discrepancia a las conclusiones elaboradas por Amado Alonso en su obra La fragmentación fonética peninsular (Madrid, 1959), en la que estudiaba conjuntamente el proceso diferenciador que la lengua latina había sufrido durante su andadura histórica en el solar hispánico, manteniendo la visión hispánica e incluso ultrapirenaica proporcionada por la lingüística románica; tales razones afectaban esencialmente a la reconstrucción de rasgos prosódicos del español en el pasado. A partir de los estudios de romanistas como W. von Wartburg, G. Rohlfs, K. Baldinger, H. Lüdtke, entre otros, así como de hispanistas como R. Menéndez Pidal, Y. Malkiel, M. Alvar, A. Zamora, A. Galmés de Fuentes, E. Alarcos, Rafael Lapesa o E. Alarcos Llorach, entre otros muchos, el cultivo de esta parcela de la historia románica peninsular, y castellana en particular, ha contado con numerosos estudios particulares, algunos de ellos de gran minuciosidad y detalle, si bien ninguno de ellos se ha planteado como obra de conjunto para el fin que nos ocupa en este proyecto; mención destacada merece la abundante información y análisis crítica al efecto contenida de forma excepcional en el Diccionario Crítico Etimológico de la Lengua Castellana de J. Corominas y J. A. Pascual.
La necesidad de incorporar nuevos métodos y enfoques se ha dejado sentir de forma acusada en los últimos años. Por ello, la investigación delineada en la presente investigación parte de una visión pluridimensional y se propone integrar sistemática y globalmente los numerosos estudios parciales de los últimos años sobre fonología evolutiva castellana, sobre grafías utilizadas por los amanuenses en las diferentes etapas documentadas de la lengua, así como sobre noticias proporcionadas por la propia historiografía de la lengua española de todas las épocas y todas las tierras, sin olvidar la aportación proveniente del contraste que la lengua castellana ha tenido a través del tiempo con otras modalidades hispánicas. La investigación tendrá como marco de referencia la lengua castellana en su diacronía, en su extensión geográfica y, en la medida de lo que hoy por hoy es posible, también diastrática y diafásica, por lo que se atenderá de forma destacada al español de América, si bien la reconstrucción de rasgos suprasegmentales (acento y entonación) se abordará de manera esquemática. En este camino resultan fundamentales los datos sobre prosodia y normas en el pasado, las noticias procedentes de la descripción contrastiva del español con las otras lenguas peninsulares, examinadas a la luz de perspectivas recientes a la par que actualizadas, aplicables también al carácter intrínseco de los datos documentados y de su validez para un estudio tal. En cualquier caso, la meta de la investigación en el estadio actual es llegar a reconstruir modelos de pronunciación que pueden ser considerados variedades estandarizadas de la lengua en diferentes momentos históricos, y en geografía así mismo diversa, con criterio tan sólo exhaustivo en la medida en que el estadio actual de investigaciones sobre la materia lo permiten, pero entendido como orientación general a la realidad de la pronunciación estándar del español en sus etapas históricas para cuantos se dedican al estudio histórico de la lengua y la literatura castellanas e hispánicas.
Nos parece importante partir de una concepción amplia del cambio fonético, de manera tal que permita la valoración real de los resultados, muy variados, a los que la lengua llegó en otras épocas y que han podido quedar ocultos en las soluciones finales, modernas, que hoy aparecen encubiertas como si hubieran estado homogeneizadas en su devenir histórico. No interesa tanto a los fines del proyecto la discusión teórica de los procesos evolutivos, sino la cronología susceptible de derivarse de ellos, al modo como fue emprendida por C. Pensado (1984) en su día, con el fin de aplicarla a la reconstrucción retrospectiva. Emilio Alarcos, Carmen Pensado, R. Penny, R. Cano (coord.), M. Ariza, P. Lloyd, P. Sánchez Prieto, J. F. García Santos, A. Álvarez, J. J. Bustos, J. R. Morala, P. Díez de Revenga, C. Isasi, entre otros muchos, han tratado la cuestión en forma teórico-descriptiva, con enjundiosa discusión teórica en el caso de C. Pensado. Nuestra finalidad no sería la de escribir un tratado de evolución fonética del español, como han hecho algunos de los autores mencionados, así como tampoco plantear la relación oralidad-escritura analizada por Wright, Bustos y un largo etcétera, sino delinear la pronunciación del romance castellano a partir del latín (cuya prosodia ha sido convenientemente reconstruida por los filólogos latinos), pasando por las sucesivas etapas de su historia.
Echenique y Martínez Alcalde son autoras de un libro (³2005) que trata conjuntamente, si bien de forma sucinta, la evolución gráfica y fonética de la lengua española. Echenique (2007) ha estudiado de forma concreta la pronunciación en la Gramática de la lengua castellana de Nebrija, y Echenique, Satorre y Martínez Alcalde (en Echenique y Campa 2008) han editado la versión lapesiana de El diálogo de la lengua de Juan de Valdés, con estudios introductorios de importancia para el trabajo propuesto. Por su parte, Satorre, Martínez Alcalde, Quilis y Ricós, han tratado aspectos varios relacionados con el plan de estudio, tal como puede verse en sus respectivos currículos.
En todo caso, la evolución atenderá también al contraste con las demás modalidades hispánicas con las que el español ha estado en contacto a través del tiempo, siguiendo en ello la mejor tradición romanística peninsular, por lo que el punto de partida ofrecerá un enfoque pluridimensional. Para configurar la cuestión debidamente, se tendrá en cuenta el criterio de reconstrucción interna (las diferentes modalidades del español de todos los tiempos y todas las tierras), así como el criterio de comparación con las demás modalidades hispánicas (la mayoría de las cuales son románicas, pero sin olvidar la trascendencia histórica del contacto con el vascuence y con el árabe), debidamente contrastada con las noticias historiográficas oportunas.
Juan Sánchez Méndez, Vicente Álvarez Vives Y Santiago Vicente Llavata abordarán las noticias derivadas de la comparación con el ámbito catalán. Mª Teresa Echenique se ocupará de la comparación con la lengua vasca. A. García Valle se centrará en la información extraíble a partir de la documentación jurídica principalmente (tamizando hasta qué punto el registro jurídico sigue las tendencias de la lengua o, por el contrario, posee su propio funcionamiento). Juan Sánchez Méndez y Natacha Reunaud abordarán la evolución de la pronunciación en el español americano, así como el contacto con lenguas amerindias o del mantenido con el portugués en América. Amparo Ricós Vidal se ocupará de estudiar el contacto con el portugués en España. Javier Satorre Grau, Mª José Martínez Alcalde, Mercedes Quilis Merín y Mª Luisa Viejo Sánchezz tratarán la cuestión desde el punto de vista historiográfico y recogerán (completando lo ya sabido hasta ahora) testimonios gramaticales en los que se encuentra información sobre prosodia con el fin de reconstruir las normas de época pasada. Además, A. García Valle se encargará de tamizar las cuestiones paleográficas que afectan a los testimonios peninsulares de otras épocas, al tiempo que Juan Sánchez Méndez se concentrará preferentemente en lo relativo al estudio paleográfico de textos americanos. Francisco Pla Colomer estudiará la pronunciación de la lenguas castellana tomando como base las rimas de los poetas.
Hay que destacar la cohesión del grupo de trabajo, cuya mayoría de miembros ha formado equipo en los últimos quince años (además del IP, J. Sánchez, M. J. Martínez Alcalde, J. Satorre Grau, M. Qulis Merín, A, Ricós Vidal, A. García Valle), al tiempo que se han incorporado investigadores jóvenes (V. Álvarez Vives, S. Vicente Llavata, Francisco Pla Colomer y Natacha Reynaud). Por otra parte, algunos de tales miembros han disfrutado de proyectos de investigación propios (IP Martínez Alcalde, con J.Satorre Grau, M. Quilis Merín y Mª Luisa Viejo Sánchez), que ahora se integran en la investigación conjunta en este proyecto.
En definitiva, el objetivo final es la reconstrucción del estándar oral castellano de diferentes épocas y su variación medieval, renacentista, clásica y moderna. El logro de estos objetivos proporcionará un conocimiento mejor de la pronunciación de la lengua castellana estándar a través de los siglos.